El diente de león es originario de Eurasia, pero se ha extendido por muchas partes del mundo. Pertenece a la familia de las asteráceas y crece en una gran variedad de hábitats, desde regiones templadas hasta entornos calurosos y duros. El diente de león no sólo se utiliza con fines nutracéuticos, sino también por su versatilidad culinaria, como ingrediente de ensaladas, tés y vinos. También es reconocido por sus beneficios ecológicos, ya que favorece a polinizadores como las abejas. Dato curioso: su nombre procede del francés «dent de lion», en referencia a sus hojas profundamente dentadas.