El azafrán, derivado de la flor del Crocus sativuses una especia muy apreciada, conocida por sus brillantes hebras rojas. Originario de Grecia, se cultiva desde hace más de 3.500 años en la cuenca mediterránea, Oriente Próximo y el sur de Asia. Perteneciente a la familia de las iridáceas, el cultivo del azafrán es muy laborioso, ya que los estigmas de cada flor deben recolectarse a mano. Además de utilizarse en la cocina por sus propiedades aromáticas y colorantes, el azafrán tiene una larga historia en la medicina, la perfumería y el teñido de tejidos.